Las historias construyen comunidad y nos conectan incluso cuando no podemos estar físicamente juntos. Recordar aventuras con amigos de la infancia, ese fin de semana familiar en la playa, un maestro que te ayudó a guiar tu vida o cómo aprendiste que te convertirías en abuelo, todas esas historias te conectan con tu pasado y las personas que te han importado en el camino. Ayudan a las personas que amas a conocerte mejor y a sentirse más cerca de ti. Mirar hacia atrás y ver cómo superamos otros momentos difíciles puede ayudarnos a manejar este momento desafiante. Compartir lo que amamos de nuestros amigos y familiares los ayuda a sentirse más fuertes y conectados.

Anime a las personas a compartir historias con las personas con las que viven, por escrito, en imágenes o por teléfono o videollamada. Haga suyas las siguientes ideas y promuévalas a través de las redes sociales, llamadas telefónicas de registro, un volante entregado con comidas a domicilio u otra forma en que se conecte con su comunidad. Si realmente le gusta una de las preguntas o formas de compartir, concentre sus esfuerzos en esa pregunta. Este tipo de inspiración puede ser tan amplia o limitada como desee: personalícela para su comunidad.